El ex futbolista del València CF y actual entrenador del Cádiz, Álvaro Cervera, se transforma en mantenedor de su hija como fallera mayor infantil
Un día especial. De todo el elenco de mantenedores a lo largo de un ejercicio, el de la fallera mayor infantil de Pie de la Cruz fue muy especial. El ex futbolista del València CF, Álvaro Cervera, emocionó al auditorio con un discurso lleno de complicidad.
«Hola, Candela. ¿Te apetece que soñemos juntos?». Así iniciaba su discurso el mantenedor y ya la congoja, tanto suya como de la fallerita, Candela, invadió el teatro. Le habló en su discurso de la historia de un niño que creció con un amigo, un balón de fútbol, le habló de cómo llegó a València, de cómo conoció a la que sería su madre, Isabel, y de cómo ha llegado a ser la representante de una de las comisiones más importantes de la ciudad, la de Pie de la Cruz.
Pero vivirá el reinado en la distancia. Porque el mantenedor, que no es otro que su padre, es el que fuera futbolista del Valencia CF y ahora entrenador del Cádiz CF, Álvaro Cervera. Aquel veloz extremo de los años noventa es ahora trotamundos del fútbol como técnico, pero antes echó raíces en el «cap i casal». Y su hija, Candela Cervera Ballester, es quien se ha sentado en el trono de la céntrica comisión. Él había protagonizado la mejor jugada, puesto que fue capaz de subir al atril sin que su hija supiera que iba a ser él el protagonista del parlamento. «Puedes tener la seguridad de que será, como si estuviera aquí. Me levantaré temprano, tiraré petardos, recogeré el premio contigo, sentiré la ilusión y el cansancio y desfilaré en la Ofrenda siempre soñando que estoy a tu lado».
Interrumpido varias veces por la emoción, le recordó que «la lucha no se negocia». Es una frase que ya sale predeterminada en Google, porque la ha acuñado él en la Tacita de Plata, donde es un verdadero ídolo.
Con las exigencias de la profesión, no podrá estar presente en los actos principales de la fiesta. Está enfrascado en la lucha por el ascenso a Primera División con el club de La Tacita de Plata. Pero, tal como le recordó, «En la cremà me caerá alguna lágrima de pena, pero también de felicidad por saber que has cumplido tu sueño».
Previamente se había dirigido a ella en verso el poeta y fallero de la comisión, Donís Martín, cuyo nieto Álvaro, el hijo de la fallera mayor infantil de València de 1984, Amparo Martín, es el presidente infantil que la acompañará.
Seguramente tampoco Álvaro Cervera, nacido en Guinea Ecuatorial, con infancia en Canarias y juventud en Cantabria, podría imaginar, a la edad que ahora tiene su hija, que el destino le tendría preparada esta particular historia en forma de papel, atril y falla.
Publicado en el diario LEVANTE.